Desde el momento en que cruzas las puertas de Los Arcos de Sol, te envuelve una sensación atemporal de pertenencia. Aquí, la tradición no es solo un recuerdo, sino un abrazo cálido que se siente en cada esquina, en cada sonrisa del personal, en cada detalle arquitectónico que narra historias de generaciones pasadas. La calidez no es solo un servicio; es un legado. Cada huésped es acogido no como un visitante, sino como un miembro más de esta gran familia. En Los Arcos de Sol, no solo te hospedas, te integras a una tradición viviente.
Un concepto en donde la amabilidad y calidez del servicio te harán sentir como si estuvieras descansando en casa viviendo las tradiciones de un pueblo minero que conserva su arquitectura colonial desde hace 400 años en un ambiente de diversión sana
Descubre la experiencia de degustar nuestros auténticos platillos. Una experiencia con tradición. Generaciones de experiencia en cada plato. Sin duda, un referente culinario en nuestro hermoso pueblo de San Sebastian del Oeste.
Esta casa pertenece a la familia Dueñas García desde 1940 ya que fue comprada por el Sr. Julián Dueñas Lepe quien fue presidente municipal de este municipio durante dos periodos: en 1940 y en el periodo de 1943 a 1944. En la actualidad, la casa pertenece a la hija de Don Julián, la Profesora Margarita Dueñas García. Esta casa ha brindado hospedaje desde 1953 ya que no había un lugar donde hospedar a los visitantes y fue gracias al arduo trabajo de Doña Soledad García Ríos viuda de Dueñas y de su hija Margarita.
Las ventanas cuentan con asientos de piedra donde las damas se sentaban a bordar y ver pasar a los jóvenes de la localidad.
Cuenta con dinteles en las puertas y ventanas principales que la hacen única y refleja la arquitectura colonial de la misma. Las ventanas cuentan con asientos de piedra donde las damas se sentaban a bordar y ver pasar a los jóvenes de la localidad esperando que les llevaran serenata.
Un buen lugar para descansar y desconectarte de la tecnología y relajarte !
Precio super accesible. trato de los empleados muy cálido y nos ofrecieron asistencia con un pequeño percance.
La ubicacion no podria ser mejor, ya que esta a lado de la plaza principal, y el desayuno delicioso !!
Servicio amable la habitacion con una buena vista hacia el centro de la poblacion el personal atento a prestar servicio cuando se le solicitaba lo que mas nos gusto fue la atencion en el restaurante ya que cuenta con amplio repertorio de comidas y todo rico y a buen precio.
De lo mejor ! Si eres amante de la tranquilidad, lo rústico, antiguo, pueblo ..este es el lugar llegamos por la tarde a este pueblo que desde su entrada y subida con niebla te atrapa. Lo mejor fue al ver las habitaciones, nos hospedamos en la num. 4 que si vas en parejas o mínimo 3 personas te atrapará inmediatamente por ese toque acogedor de cabaña con madera, escalera muy inclinada todo rústico. Baños recién remodelados luz tenue, ventanas con puertas de madera que te hacen despertar hasta las 10 am o quizá más por que pierdes la noción del tiempo. Lo necesario en cuanto a servicio, tus toallas muy limpias, jabón, shampoo y papel el precio muy accesible y a la mañana siguiente puedes pedir un desayuno ahi mismo. No aceptan tarjeta ,te recomiendo llevar efectivo ya que por esta razón puedes perderte de lugares increíbles que no aceptan más que efectivo y a buenos precios. Disfrútalo!
Muy buena atencion desde que llegamos las habitaciones sencillas pero cómodas, la pareja dueña del hotel muy pendientes de hecho por la noche que salimos a cenar nos recomendarion sitios donde ir y nos ofrecieron un paraguas ya que estaba lloviendo.
Es ecomonico y se encuentra frente a la plaza del lugar.
Me encanto esté hotel, es una finca que te hace sentir como si volvieras al pasado, el cuarto con el techo alto lo cual hace que sea fresco, la decoración es rustica, está muy limpio, se duerme bien y está localizado frente a la plaza principal. La comida muy rica. Totalmente recomendado.